Life Passes Like a Moment: Guidance, Trial, and Patience
Think back to the very first memory you have of your life—perhaps when you were five years old. Now, return to the present. How many years have passed? Some of you will say 20, some 50…
Este artículo sirve como guía para emprender un viaje interior sobre dónde y cómo una persona puede buscar a su Creador.
Puertas que no se cierran: Oración y Corazones heridos
Imagina tener a una persona frente a ti que posee todos los recursos del mundo. Está bien alimentada, saludable, tiene todo lo que desea y una inmensa fortuna que gasta sin pensar en el mañana. No estamos haciendo una generalización, pero a menudo personas así rara vez sienten la necesidad de orar. Para ellos, la vida es simplemente una búsqueda constante de más riqueza, más prestigio y posiciones más elevadas. Sin embargo, en el Corán, Allah el Todopoderoso señala esta ingratitud de los seres humanos y nos advierte:
"Cuando favorecemos al hombre, se aparta y se aleja, pero cuando le golpea el mal, se llena de largas súplicas." (41/51)
"El hombre es, en verdad, muy ingrato con su Señor. A esto él mismo da testimonio, y es extravagante en su amor por la riqueza." (100/6-7-8)
Sin embargo, a veces, cuando una persona se siente perdida en momentos de soledad, en un vacío interior profundo, se encuentra cuestionando toda su existencia. Estos momentos suelen ser cuando una persona está más cerca de su Creador, emprendiendo un viaje interior con oraciones sinceras que provienen desde lo más profundo del corazón. No importa cuánto lo nieguen, en sus momentos más desesperados, sienten la necesidad de buscar refugio en un poder superior.
Este estado de los seres humanos, por un lado, revela su vulnerabilidad y fragilidad, y por otro lado, puede ser una oportunidad para un despertar espiritual. Tal vez, en medio de toda esta riqueza y abundancia material, es hora de darse cuenta de que la verdadera riqueza y felicidad radican en establecer una conexión espiritual con el Creador Supremo. Tal vez, solo a través de este viaje dentro de su mundo interior, una persona puede encontrar la paz y la realización que ha estado buscando.
En resumen, la oración puede ser una búsqueda en el mundo interior de una persona, una llamada desde lo más profundo de su alma, una conexión cálida con el Creador y, sobre todo, una fuente de consuelo más allá de todas las posesiones materiales. Independientemente de dónde se encuentre una persona, cualquiera que sea su situación, dirigirse al Creador con una intención sincera a través de la oración puede llenar el vacío en su corazón y ayudarla a comprender profundamente el significado de la vida. Por lo tanto, la oración no debería ser solo un refugio en tiempos difíciles, sino que siempre debería ser la expresión más sincera de una persona.
Entonces, ¿dónde debería comenzar esta búsqueda? Este artículo sirve como guía para emprender un viaje interior sobre dónde y cómo una persona puede buscar a su Creador.
El ser humano: la creación más perfecta
Los seres humanos son considerados la creación más perfecta entre todas las criaturas. Sus corazones son vistos como un santuario divino. En un Hadith Qudsi, se dice:
"No puedo ser contenido por los cielos y la tierra, pero puedo ser contenido en el corazón de Mi siervo creyente." (Aclûnî, Keşfu’l-Hafâ, II, 195).
Todo esto expresa la posición sagrada de una persona creyente y enfatiza cuán grande es el pecado de romper el corazón de alguien.
El lugar especial de los corazones rotos
Las puertas de las oraciones y súplicas de los siervos de Allah siempre están abiertas. Incluso si hemos cometido deficiencias o errores, deberíamos volvernos a nuestro Señor mediante el arrepentimiento y la oración. Por lo tanto, es crucial que las personas se vuelvan hacia Allah, ayuden a aquellos con el corazón roto y preserven la justicia. Proteger la justicia y la misericordia entre las personas, dirigirse a Allah a través de la oración y apoyar a los oprimidos pueden llevar a construir una vida mejor, más pacífica y más feliz, y abrir la puerta del paraíso.
En un Hadith Qudsi narrado por el Profeta, se dice:
"En el Día del Juicio, el glorioso y majestuoso Allah dirá:
'¡Oh, hijo de Adán! Me enfermé, pero no me visitaste'.
El siervo dirá:
'Oh mi Señor, ¿cómo podría visitarte cuando Tú eres el Señor de todos los mundos?'
Entonces, Allah dirá:
'¿No sabías que Mi siervo fulano de tal se enfermó? Si lo hubieras visitado, Me habrías encontrado con él'.
Allah continuará:
'¡Oh, hijo de Adán! Te pedí comida, pero no me alimentaste'.
El siervo responderá:
'Oh mi Señor, ¿cómo podría alimentarte cuando Tú eres el Señor de todos los mundos?'
Entonces, Allah dirá:
'¿No sabías que Mi siervo fulano de tal te pidió comida? Si lo hubieras alimentado, Me habrías encontrado con él'.
Allah dirá además:
'¡Oh, hijo de Adán! Te pedí agua, pero no me diste ninguna'.
El siervo dirá:
'Oh mi Señor, ¿cómo podría darte agua cuando Tú eres el Señor de todos los mundos?'
Entonces, Allah dirá:
'Mi siervo fulano de tal te pidió agua, pero no le diste ninguna. Si le hubieras dado agua, Me habrías encontrado con él'". (Muslim, Birr 43)
Un día, el Profeta Moisés oró a Allah y preguntó:
"¡Oh, Señor, ¿dónde debería buscarte? ¿Dónde puedo encontrarte?"
Y Allah respondió:
"¡Moisés! Búscame entre aquellos con el corazón roto. Me acerco un poco más a ellos cada día y cada noche. Si no fuera por esta cercanía, perecerían." (Ebu Nuaym, Hilye, 2/364)
La oración es el arma de los oprimidos
Independientemente de su creencia o incredulidad, las oraciones de cualquier persona oprimida se presentan ante Allah sin barreras. El Profeta aconsejó a sus compañeros evitar las oraciones de individuos oprimidos cuyas oraciones son aceptadas como se indica a continuación:
"Guardaos de la súplica del oprimido, porque no hay barrera entre ella y Allah." (Muslim, Îmân, 29)
Además, hay tres personas cuyas oraciones Allah no rechaza:
Think back to the very first memory you have of your life—perhaps when you were five years old. Now, return to the present. How many years have passed? Some of you will say 20, some 50…
One day, a person who had never seen the Prophet (pbuh) entered a gathering and started looking for him. His eyes searched the room, but unable to immediately recognize him among the people, he curiously asked:
"He is not one of us who sleeps full while his neighbor is hungry."